La mamá Mexicana María cuenta cómo una experiencia en sus vacaciones en New Hampshire la llevó a la donación de leche.
Quiero contarles mi experiencia con la donaciόn de leche. Mi familia y yo somos de México, estuvimos de vacaciones en New Hampshire el año pasado, mis esposo, mi hija Catalina y yo, embarazada de 7 meses. No me sentí bien y fuimos a ver al ginecόlogo. Detectaron insuficiencia placentaria y tuve una cesárea de emergencia. La situación fue muy difícil, porque lo que iban a ser un par de semanas de vacaciones, se transformó en estadía obligatoria por dos meses. La bebé nació muy pequeña y tuvo que estar en terapia intensive.
Muchas manos amigas
En este ambiente de dificultades, nos encontramos con tantas y tantas mano amigas, jamás imaginamos que íbamos a encontrar tanto apoyo. Desde la enferma hasta los doctors, la parte administativa del hospital, todo nos ayudaron.
Nuestra bebé fue saliendo adelante, estuvo muy delicada porque el intestino no estaba listo para trabajar y evacuó con sangre, las pusieron en ayuno total, alimentándola por un catéter directo al estómago.
Yo tenía leche in abundancia.
Mi esposo y yo decidimos intentar retribuir en medida de lo possible, con algo. Decidimos donar la leche que mi bebé no iba a tomar y darle la oportunidad a alguna familia de recibirla. El proceso fue minucioso, se me tomó muestras de sangre, se hicieron muchas pruebas, varias entrevistas. Todo valiό la pena, pudimos donar tanta y tanta leche, que por motivos de salud, mi bebé dejó de tomar, para regalásela a otro bebé.
Cuando por fin nos dejaron ir a casa, la bebé retomó sin mayor complicaciόn, el pecho materno, volvió a tomar leche.
Agradecido por haber donado leche
Después de esta experiencia, nos quedamos muy satisfechos de haber donado la leche, que en realidad no hay dinero que la pueda pagar, pues le da la oportunidad a bebés, que sus mamás no tienen la suerte de tener leche, de tomarla, permitiendo el desarrollo de sus sistemas inmunológicos y ayudándolos en la etapa tan difícil de los primeros meses de nacidos. Es seguro que nunca vamos a conocer a quienes pudimos ayudar, pero nos vamos con el corazόn lleno y las conciencias tranquilas, sabiendo que pudimos hacer algo por alguien que lo necesitaba.
Gracias por dejarnos ayudar.